Hoy voy a dar descanso a Maribel, que se lo ha ganado, y voy a escribir yo el blog.
Después de la aventura de ayer, que mal lo pasamos con el frío y el viento, hoy amaneció con sol y sin viento, eso si, ¡con mucho frío!
Salimos de Amarillo con sólo 2 gradítos de nada, así que otra vez con toda la equipación encima y vuelta a la ruta, la primera parada fué en el Rancho Cadillac, un rancho en medio de ninguna parte con 10 cadillacs enterrados y llenos de grafities, resulta espectacular verlos allí en medio de la nada con tanto colorido, muy estetica hippie, pero mejor ver las fotos.
Siguiendo con la ruta llegamos al "midpoint", ¡ya hemos hecho la mitad de la ruta! ¡pero si empezamos ayer! que rápido ha pasado... y ya que estábamos allí, aproveché para probar la típica tarta de manzana, ¡buenísima!, como saben cuidarse por aquí con los dulces, eso si, estoy ya un poco cansado de bollitos de canela en desayuno ¡todo lleva canela!
Bueno, a lo que íbamos, hoy hemos dejado atras Texas y su sabroso steak, y hemos entrado en Nuevo Mexico, cambio brutal de paisaje, todo desértico y los pueblos muy espaciados, aprovechamos para probar la comida mejicana, muy rica y picante, como a mi me gusta, aunque la esperaba algo más picante.
Fué muy curioso también, cuando íbamos por el medio del desierto, como empezaron a aparecer carteles de una Estación de servicio anunciando de todo lo que te puedas imaginar, desde fuegos artificiales, hasta artesanía indina, animales disecados, camisetas, bolsos de cueros... ¡de todo! habría unos 50 carteles enormes antez de llegar, así que nos convencieron y entramos, y la verdad es que no estaba nada mal, de hecho pillamos unos sombreros de "cowboy" de cuero geniales.
Y acabando la ruta, que me estoy enrollando que no veas, para una vez que escribo aprovecho, jejeje. Bueno, que llegamos a Santa Fé, una ciudad curiosa, con arquitectura colonial y con centro urbano y calles con curvas y eses, algo que no habíamos visto por aquí.
Y ahora toca descansar y comer unos marshmallow, las tipicas nubecitas de las pelis que calientan al fuego, por cierto, ¡está de muerte!
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